- Proteínas 19,7 g
- Grasas 3,2 g
- Carbohidratos 18,2 g
¡Las bolas de pescado, son bolas de pescado, son un almuerzo muy sabroso, inusual y al mismo tiempo saludable para toda la familia! Para esta receta, tomé filete de bacalao, pero también puedes tomar pescado picado ya hecho.
El delicado filete de bacalao es una fuente de proteínas, valiosos aminoácidos, macro y microelementos. Al mismo tiempo, el contenido calórico del bacalao es bajo: solo 82 kcal por 100 gramos. Por eso el bacalao puede y debe incluirse en su dieta durante la dieta, así como para quienes no consumen carne de animal por ningún motivo.
Puedes usar cualquier otro pescado que te guste.
La canela y el pimentón utilizados en la receta hacen que la salsa de tomate sea especialmente sabrosa. Las albóndigas según esta receta son muy tiernas, con un rico sabor picante a tomate. ¡Definitivamente atraerán no solo a los adultos, sino también a los niños!
Porciones por envase: 6.
Instrucción paso a paso
Además, paso a paso con fotografías, recorreremos cada etapa de la cocción de bolas de pescado en salsa de tomate.
Paso 1
Si está utilizando filetes, no carne picada, lo primero que debe hacer es cortar el pescado en trozos y picarlo en una licuadora o en una picadora de carne. Si usa carne picada, omita este elemento. Coloque la carne picada en un recipiente hondo. Agregue los huevos y el eneldo picado allí (si lo usa). El huevo permitirá que las albóndigas conserven su forma durante la cocción. Mezclar bien.
Paso 2
Luego agregue galletas saladas y sal a la mezcla. Revuelva la masa de pescado hasta que quede suave.
Paso 3
Empezamos a formar albóndigas. Prepare de antemano un plato grande en el que colocará las bolas terminadas. Tome aproximadamente una cucharada de pescado picado cada vez y forme una pequeña bola del tamaño de una nuez. Cuando todas las bolas estén listas, envíelas al frigorífico.
Si está haciendo albóndigas para el futuro, en esta etapa, prepárelas para congelarlas. Para ello, colócalos a cierta distancia entre sí en una fuente o bandeja y envíalos al congelador por un par de horas. Luego, transfiera las albóndigas congeladas a un recipiente. De esta forma, los espacios en blanco de albóndigas se pueden almacenar en el congelador durante varios meses.
Paso 4
Ahora comencemos a preparar la salsa.
Pica finamente la cebolla y el ajo.
Paso 5
Toma una sartén grande y profunda. Calentar un poco de aceite vegetal al fuego y sofreír la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes. Agregue tomates en su propio jugo, especias, azúcar y sal. Si de repente siente que la salsa está demasiado espesa, puede agregar 50-100 ml de agua. Mezcle bien y llevar a ebullición.
Paso 6
Retire las albóndigas del refrigerador y colóquelas suavemente en la cacerola.
Paso 7
Cocine a fuego lento durante 5-10 minutos, tapado, y luego voltee suavemente cada albóndiga con un tenedor. No te apresures para que las albóndigas no se deshagan. Un procedimiento tan simple permitirá que cada albóndiga se sature con salsa por todos lados. Cubra y cocine a fuego lento durante otros 20-30 minutos.
Servicio
Pon las albóndigas terminadas en salsa de tomate caliente en platos en porciones. Agregue sus verduras, verduras o cualquier guarnición de su elección. Para platos de pescado, lo mejor es el arroz hervido, el bulgur, la quinua y cualquier verdura.
¡Disfrute de su comida!
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