La luxación de la rótula es su desplazamiento vertical, horizontal o torsional desde la cavidad intercondilar de la tibia (códigos M21.0 y M22.1 según la clasificación ICD-10). Con tal lesión, el dolor agudo ocurre de inmediato, la movilidad de la rodilla se bloquea, la función de soporte de la pierna se pierde parcial o completamente. Dado que los síntomas son similares a los de una fractura de rodilla, un médico realiza un diagnóstico preciso mediante rayos X. Después de esto, la rótula vuelve a su lugar y se prescribe un tratamiento adicional: inmovilización completa de la extremidad durante un período de tres semanas a un mes y medio o cirugía. Solo en el 25% de los casos, tales dislocaciones ocurren como resultado de una lesión, el resto se debe a ligamentos y músculos débiles, diversos defectos de la rodilla o la articulación del fémur.
Anatomía de la rodilla y la rótula
Uno de los órganos principales que garantiza la marcha, la carrera y el salto erguidos es la articulación de la rodilla. Tiene una estructura compleja y consta de:
- Tibia, peroné y fémur, rótula (rótula).
- Dos ligamentos intraarticulares y cinco extraarticulares.
- Cinco bolsas sinoviales.
- Tres grupos de músculos (anterior, posterior e interno).
La rótula se forma a partir de tejido cartilaginoso durante el desarrollo humano (alrededor de los siete años). Tiene la forma de una pirámide triangular o tetraédrica con esquinas redondeadas. Su parte interna (cresta longitudinal recubierta de cartílago hialino) se ubica en la cavidad intercondilar del fémur. El lado plano mira hacia el exterior de la articulación y está unido desde abajo por su propio ligamento a la tibia y desde arriba a los tendones del músculo cuádriceps del muslo. La rótula brinda protección contra daños y estabiliza la posición de partes de la articulación de la rodilla, y cuando se extiende, transfiere efectivamente la fuerza de los músculos del muslo a la parte inferior de la pierna.
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Tipos
Las lesiones patelares se dividen en:
- Debido a la ocurrencia:
- impacto traumático externo;
- congénitos o adquiridos, como resultado de la enfermedad, cambios patológicos en la articulación de la rodilla.
- En la dirección de desplazamiento:
- lateral;
- giratorio;
- vertical.
- Por grado de daño:
- ligero y medio: un ligero cambio en la posición de la rótula sin ruptura de los ligamentos;
- dislocación aguda - primaria, que se acompaña de un desplazamiento completo de la rótula y la destrucción de las estructuras circundantes: cartílago, ligamentos;
- habitual - repetido muchas veces debido a cambios patológicos en el ambiente, dislocación o subluxación.
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Las razones
La práctica de fútbol, levantamiento de pesas, saltos, artes marciales de contacto y otros deportes que están asociados con estocadas bruscas, caídas, golpes en la rodilla y cargas constantes en la articulación de la rodilla a menudo provocan dislocaciones traumáticas de la rótula y patologías como la lateroposición (desplazamiento permanente de la rodilla). lado externo) y osteocondropatía (cambios degenerativos en el tejido del cartílago).
Las dislocaciones pueden ocurrir debido a un desarrollo anormal o subdesarrollo de los componentes de la articulación. Las viejas lesiones de rodilla o los cambios degenerativos en sus estructuras debido a una enfermedad o cirugía también pueden causar lesiones.
Síntomas
En los casos primarios, el dolor intolerable siempre ocurre de inmediato, hay una sensación de que la articulación de la rodilla sale volando y se bloquea su movilidad. En traumatismos graves, puede producirse la rotura completa de los ligamentos y la destrucción del cartílago.
Con una dislocación, la rótula abandona completamente su lecho y se desplaza:
- Hacia la derecha o la izquierda con una dislocación lateral: una depresión es visualmente visible en el medio de la rodilla y un tubérculo anormal se ve de lado.
- Alrededor del eje vertical en la dislocación torsional: la parte media de la articulación se agranda de forma anormal.
- Arriba o abajo con dislocación vertical, respectivamente, la rótula ocupa una posición por encima o por debajo de lo normal.
Por lo general, la rótula adopta una posición normal por sí sola cuando se extiende la pierna. La gravedad del dolor disminuye, aparece edema. La movilidad articular no se restablece y es posible una hemorragia en su cavidad. Según el tipo de lesión, el dolor se localiza en la región del retináculo medial, el cóndilo femoral lateral o el borde medio de la rótula.
Para no confundir una dislocación con una fractura de la articulación, el diagnóstico debe especificarse mediante una radiografía.
Con subluxación, el síndrome de dolor es leve. La movilidad de la rodilla es casi ilimitada, la dislocación de la rótula es ligeramente diferente a la normal. Al doblarse o flexionarse, aparece: crujidos, sensación de colapso de la pierna e inestabilidad de la articulación.
Diagnóstico
Con síntomas pronunciados de lesión leve, la rótula cae espontáneamente en su lugar o el médico lo hace durante el examen inicial. Para aclarar posibles daños, se toman radiografías de la articulación en dos o tres planos.
En caso de contenido de información insuficiente de la radiografía, se realiza una resonancia magnética o computada. Cuando se sospecha sangre en la cavidad de la rótula, se usa una punción. Si es necesario obtener información detallada sobre el estado de los elementos de la rodilla, se utiliza la artroscopia.
Si la causa de la dislocación fueron cambios patológicos de naturaleza no traumática, se toman medidas para establecer la enfermedad que los causó y su patogenia se estudia a fondo.
Primeros auxilios
En primer lugar, se debe eliminar el síndrome de dolor: se debe aplicar una compresa fría en la rodilla y se debe administrar un analgésico a la víctima. Luego, es necesario garantizar la inmovilidad de la articulación utilizando cualquier material a mano, un vendaje hecho de vendaje elástico, un vendaje especial o una férula. No debe doblar la pierna doblada ni corregir la dislocación. Para evitar complicaciones y la aparición de la luxación habitual, es necesario llevar al paciente a urgencias lo antes posible.
A que médico contactar
Dependiendo del tipo y grado de daño, la dislocación de la rótula se dedica a:
- Traumatólogo: diagnóstico y tratamiento primario.
- Cirujano - realizando operaciones.
- Ortopedista o vertebrólogo: rehabilitación y prevención de recaídas.
Tratamiento
Como regla general, la reducción de las luxaciones agudas por parte de un médico especialista es rápida y relativamente indolora. Luego se toma una radiografía de control y, si no hay daño adicional visible, se inmoviliza la articulación con un yeso. En caso de buscar ayuda médica a destiempo (más de tres semanas después de la lesión) o en casos difíciles (dislocación habitual, rotura completa de ligamentos, destrucción de cartílago), se realiza una operación abierta o artroscopia.
Rehabilitación, condiciones de recuperación y uso de yeso
La duración y los tipos de eventos postraumáticos dependen completamente de la gravedad de la lesión y los métodos de tratamiento. El período de inmovilización puede oscilar entre tres semanas y seis meses. Uno de los procedimientos prescritos inicialmente es un masaje terapéutico, que a veces comienza a aplicarse suavemente a los músculos del muslo y la parte inferior de la pierna inmediatamente después de la eliminación del dolor y el edema. Para restaurar el tono muscular y la movilidad de la rodilla después de la extracción del yeso, además del masaje, comienzan a desarrollar articulaciones, primero con la ayuda de un médico y luego de forma independiente con la ayuda de ejercicios especiales.
Diversos procedimientos fisioterapéuticos tienen un efecto beneficioso sobre los procesos de restauración de la elasticidad de los ligamentos y regeneración de los músculos: UHF, electroforesis, exposición láser, aplicaciones de esquerita.
La fisioterapia (terapia de ejercicios) se prescribe 2-3 semanas después de quitar el yeso. Al principio, con un estrés mínimo y una pequeña amplitud de movimiento. Para evitar que la rótula se salga repetidamente durante este período, es necesario usar un vendaje de fijación. Luego, dentro de 2-3 meses, la carga y el rango de movimiento aumentan gradualmente. Al final del período, se restablece la capacidad de caminar normalmente con un vendaje de soporte. Para no volver a dislocar la rótula al realizar ejercicios físicos que no excluyan caídas, es necesario utilizar una rodillera. La recuperación completa de la tolerancia al ejercicio y la capacidad de correr y saltar se logra mediante ejercicios intensivos en gimnasia médica durante 6-12 meses.
Consecuencias y daños colaterales
La dislocación de la rótula puede complicarse por un daño grave a los ligamentos, cartílagos y meniscos circundantes. Las visitas tardías a un médico o una reducción inadecuada pueden causar una dislocación habitual y una pérdida gradual del rendimiento de la rodilla. En casos difíciles, especialmente después de la cirugía, puede ocurrir inflamación de los tendones de la rótula o del revestimiento de la cavidad articular.