Lesiones deportivas
2K 1 20.04.2019 (última revisión: 20.04.2019)
La rótula (rótula, rótula) es una placa ósea ancha ubicada dentro de la articulación y diseñada para proteger el cartílago. Representa el hueso sesamoideo, una formación ósea dentro de las fibras del tendón del cuádriceps del muslo. El interior de la rótula está cubierto con una capa de cartílago suave y resbaladizo que permite que los cóndilos se muevan libremente. El desplazamiento rotuliano es una patología rara causada por una lesión traumática en la articulación de la rodilla o causada por enfermedades crónicas del sistema musculoesquelético humano. Implica un cambio en la posición de los elementos estructurales entre sí manteniendo su integridad.
Clasificación de desplazamiento
Los cambios patológicos en la posición de la rótula basados en factores patogénicos pueden ser:
- habitual: con un cambio regular en la posición de la rótula, acompañado de un complejo de síntomas dolorosos pronunciados;
- parcial: con una posición inestable de la rótula, propensa al desplazamiento con efectos menores en la articulación de la rodilla;
- congénito: debido a lesiones articulares sufridas al nacer.
Según la escala, el desplazamiento se clasifica en:
- parcial - provocado por un giro brusco de la pierna;
- completo: representa una dislocación de la rótula con desplazamiento hacia adelante o hacia atrás debido a un fuerte impacto.
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Factores en el desarrollo de la patología.
El desplazamiento de la rótula puede deberse a:
- lesiones (golpes y caídas);
- cargas elevadas (levantamiento de pesas o triatlón);
- daño a los meniscos, tendones y ligamentos, que aumentan la vulnerabilidad de la rótula;
- hipotrofia de los músculos de las piernas (cuádriceps del muslo) debido a un estilo de vida sedentario;
- anomalías en el desarrollo de las piernas, incluida su deformidad en el tipo en forma de X;
- displasia de los cóndilos femorales;
- localización anormalmente alta de la rótula;
- tumores de rodilla;
- Lesiones crónicas de las articulaciones de la rodilla (brucelosis) que provocan su inestabilidad.
La luxación inducida por trauma suele ir acompañada de desgarros de los ligamentos laterales. Con el desplazamiento horizontal de torsión, se daña el tendón del cuádriceps con el aparato ligamentoso de la rótula.
Las patologías congénitas que predisponen al desplazamiento habitual de la rótula incluyen:
- hallux valgus;
- hipermovilidad rotuliana;
- hiperextensión de la parte inferior de la pierna;
- hipoplasia del fémur.
Los desplazamientos rotulianos horizontales y habituales descritos anteriormente se tratan quirúrgicamente, seguido de un período de rehabilitación de hasta seis meses.
Síntomas típicos de dislocación
Muy a menudo, el desplazamiento ocurre hacia afuera, muy raramente, medialmente. En consecuencia, se diagnostica hipertensión lateral o medial. Los síntomas clínicos están determinados por la etapa de la enfermedad:
- Hay una sensación de malestar en el área de la rótula. Quizás su desplazamiento temporal, acompañado de un dolor agudo.
- La deformidad de la rodilla se determina mediante palpación. El dolor es moderado. Ocurre con tensión mecánica en el área de la rodilla.
- La deformación se determina visualmente. El dolor es pronunciado, los movimientos están restringidos.
Los síntomas comunes incluyen:
- dolor localizado en diferentes áreas de la articulación, dependiendo de la topografía de la lesión;
- sensación de crujido o chasquido al moverse;
- limitación de la movilidad articular;
- disminución de la sensibilidad de la piel en las áreas lesionadas;
- cambio en la forma de la rodilla;
- hiperemia de la piel y edema periarticular.
Una fractura rotuliana desplazada es una complicación grave. Manifestado por edema pronunciado y hemartrosis. Como resultado de la contracción refleja del músculo cuádriceps, el fragmento superior de la rótula se desplaza hacia arriba y el hematoma que crece rápidamente desciende hasta el pie.
Desplazamiento rotuliano congénito
La luxación congénita es extremadamente rara. Generalmente dirigido hacia afuera. Puede ser de una o dos caras. Hay tres grados de enfermedad:
- las quejas pueden estar ausentes, la rodilla tiene una movilidad anormal;
- hay inestabilidad al caminar con la rótula desplegada hacia afuera;
- hay bloqueos periódicos que impiden la flexión; el cáliz está en una posición antinatural con una desviación lateral patológica de la parte inferior de la pierna.
Es posible diagnosticar el desplazamiento congénito de la rótula después de que el pequeño paciente comienza a caminar. Por tanto, el diagnóstico precoz de la patología es difícil.
Por lo general, se prescribe una terapia conservadora, dirigida a fortalecer los músculos y ligamentos:
- electroestimulación;
- masaje;
- complejo de terapia de ejercicio.
Si el desplazamiento congénito se vuelve habitual, está indicada la cirugía.
Examen por un ortopedista, análisis y diagnóstico.
El diagnóstico se basa en:
- quejas típicas de los pacientes;
- datos anamnésicos que indiquen el hecho y el mecanismo de la lesión;
- los resultados de un examen objetivo;
- datos de métodos de investigación instrumental:
- radiografía (ambas articulaciones en posición de pie en las proyecciones anterior inferior y lateral);
- Ultrasonido (para verificar lesiones de tejidos blandos);
- TC (se puede realizar con una articulación flexionada)
- MRI (el método más preciso, le permite identificar daños en los tendones y músculos);
- los resultados de los estudios bioquímicos que indican un proceso inflamatorio en el área articular:
- examen del líquido articular (se realiza una punción articular);
- análisis de sangre bioquímicos y generales.
Métodos de tratamiento
El régimen de tratamiento clásico para el desplazamiento rotuliano es:
- reducción de la rótula por un traumatólogo;
- uso local de frío (en las primeras 48 horas);
- si es necesario, el uso de anestésicos (derivados de la novocaína) y analgésicos (diclofenaco);
- inmovilización de la articulación dañada con ortesis rígidas o un yeso (dentro de 1 mes, se permite el movimiento con muletas);
- FZT (generalmente - UHF, terapia magnética y láser, electroforesis);
- Terapia de ejercicios y masajes para desarrollar gradualmente la articulación dañada y fortalecer el aparato músculo-ligamentoso.
El tratamiento quirúrgico está indicado para:
- daño a los tejidos blandos;
- falta de efecto del tratamiento conservador.
El método de elección es la artroscopia, un enfoque mínimamente invasivo que utiliza un artroscopio, bajo el control del cual se realizan los procedimientos quirúrgicos.
Pronóstico
Si no se trata, la lesión puede complicarse por los siguientes cambios patológicos en la articulación:
- sinovitis;
- artritis;
- artrosis;
- deformación;
- inestabilidad crónica.
El período de tratamiento y rehabilitación dura de seis meses a un año, dependiendo de la presencia de lesiones concomitantes. Las actividades de rehabilitación se llevan a cabo bajo la supervisión de un traumatólogo. Se pueden usar vendajes de apoyo para la prevención. Al final del período de recuperación, se recomienda un tratamiento de spa. El pronóstico es favorable. Por lo general, después de 6-9 meses, se restablece la eficiencia.
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